El cartel es el corazón del diseño, su mejor golpe la sorpresa, su arma secreta la reflexión, su lado terrenal la estética, su conciencia la lúdica, su locura la experimentación, su oficio la información.
El cartel trabaja en el campo mismo de la poesía, genera imágenes atadas a las alas de la imaginación.
Para diseñar también hay recetas. Pero a fuerza de hacer y hacer, se vuelven innecesarias. El dominio del oficio, el bagaje cultural y las experiencias de vida hacen que cada cartel tengan un sabor especial y único.
Diseñar cartel es un gran reto y un enorme placer; diseñar cartel social es una obligación. Pero, qué significa cartel “social” hoy en día: ¿Aporte democrático a problemáticas públicas o aporte a nuestra currícula y alimento de ego?
El cartel es o debe ser indeleble
El cartel es esencia. El extracto de un tema. El destilado de un pensamiento en la cantidad exacta. No más ni menos.